Se llama Anorexia

amaia barrena

Querido cuerpo:

A veces todavía te odio. Y ni siquiera sé por qué, si nunca me has hecho nada. No vomitabas cuando te metía litros de cerveza con el estómago vacío, ni cuando tenías resaca (o fiebre) y te subía una hora en la bici estática. Una noche te quedaste inconsciente, te desmayaste, por llevar de fiesta y de pie más de siete horas con sólo amaia barrenaun pintxo o dos de cena. Y cuando me ofrecieron una bebida con azúcar al despertarme en un banco, no quise tomármela porque no era light. Al final lo hice para que me dejaran en paz. Pero al día siguiente me pesé buscando esas calorías, pensando cómo te estaban deformando. He crecido creyendo que eras mi enemigo y he entendido con bastantes años y bastante ayuda, que la enemiga soy yo. Me preguntaba por qué tenia que cargar contigo, gordo, feo, sin nada especial, habiendo chicas con esos cuerpos tan bonitos. Perdóname por insultarte, avergonzarme de ti, negarte los caprichos, enfadarme contigo por tener hambre, someterte a un examen continuo que nunca pasas y hacerte arañazos y moratones cuando me cuesta respirar. Sé que no eres tú quien me ahoga, que te ahogas conmigo. De rabia, de tristeza, de miedo.

Quiero hacer las paces contigo. Quiero que estemos bien, lo necesito. Por eso llevas dos meses y medio comiendo cada día lo que antes comías en una semana. Ya no hay alcohol. Y por fin he accedido a darte las pastillas que te hacían falta para la ansiedad que sufres desde hace tiempo. No quiero seguir haciéndote daño. Quiero parar.  Quiero curarnos. Si me has aguantado hasta ahora, dame otra oportunidad y prometo quererte. No volveré a agredirte con el hambre, por pretender hacerte más perfecto, por hacerme más perfecta a mí.  No sé si alguna vez llegarás a gustarme, ahora mismo no me gusto demasiado, en general. Pero no es responsabilidad tuya gustarme, no puedes adelgazar más o cambiar de culo. No puedo exigirte lo que no puedes darme. Tú nunca me vas a hacer feliz. Por lo que dicen mis terapeutas, eso depende de mí.

Tú sólo quédate conmigo y perdóname si no he sabido hacerlo mejor. Sólo quería ser guapa, sentirme bien. Creí que tenía manías y ciamaia barrenaerto control y lo que tenía era una enfermedad. Se llama anorexia. Pero lasai, es mental. A ti no te pasa nada. Por eso, sólo ten paciencia y dejaré de odiarte poco a poco.  Comer es mi gesto de buena voluntad, de fuerza de voluntad. Haremos las paces así. Te recuperarás y luego yo me recuperaré a mí misma. Hasta entonces perdóname por no saber verte como eres.

Con cariño,

Tu chica

Amaia Barrena en colaboración con Onda Vasca.


Responder a Santi Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Una idea sobre “Se llama Anorexia

  • Santi

    Kaixo, Amaia, sobrina querida
    Me ha dado por buscarte en internet y he visto tu web. He entrado y me he encontrado con tu escrito.
    Ahora puedo gritar a los cinco vientos que, no solo eres admirable por lo que dices, sino también por lo que haces.
    No es fácil alinear palabras con arte, pero más difícil es retorcerse uno mismo y seguir mirando al frente, a la luz, a los seres queridos y a la utopía que llevas dentro y persigues por encima de todo.
    No quiero ser vulgar diciendo cosas como ¡bravo! por tu empeño. Quiero abrazarte, porque para esto no importan las distancias, y admirarte por otra cosa más.
    Cuando corríamos delante de los «grises» solíamos decir eso, que quizás hayas oído: «a por ellos que son pocos y cobardes». Pues tú alza la voz con el mismo espíritu: sólo eres uno y cobarde, que me has atacado a traición.
    Exijo, es una orden, que me cuentes cómo estás ahora mismo que estás leyendo estas letras/palabras/oraciones.
    ahí va ese abrazooooooo!!!!!!!!!!!