Eres mi juguete favorito y mi idioma, todo a la vez. Eres una valiente a la que no asustan las nuevas tecnologías, pues una reina de la selección natural como tú se adapta a cualquiera. Eres una profesora de apoyo para la libertad de expresión y un coyote que no deja a la creatividad estarse quieta.

Me gustaría darte las gracias por hacerme más libre de lo que era antes de encontrarte. Por confiar en las palabras a ciegas y hacerme guapa sin que se me vea. Por las veces que me has sorprendido con mi canción favorita, por la soledad que a mi aitite le espantabas antes de dormir, por las veces que al volver de viaje te dejas sintonizar y me siento ya cerca, y por los compañeros con los que me has hecho cruzarme. Técnicos que borran mis tartamudeos como un típex para la lengua, locutores que creen en mí y me hacen sonreír, personas que cuelan mi nombre en una escaleta y me hacen parte de unas tierras comunales en un dial.

Mi sueño era escribir y contigo puedo leer, dime si eso no es estar hechas la una para la otra, radio mía.