Eres el argumento de mi block de notas
y mi adrenalina gemela en el escenario,
a quien llamo cuando no tengo cobertura,
la excusa que no necesitan mis verdades
para salir a la luz de tu sombra.
Mis huellas no dejan guante
me dices y sé que mientes.
Qué plan puede haber mejor para un domingo que ver a dos personas que no saben la canción que van a hacer cinco minutos después. Porque nunca le sentaron bien los andamios a un precipicio, ni la obediencia al arte, qué suerte compartir salto al vacío. Porque nada coge tan bien las curvas como un poema, sobre todo si son las de su guitarra. Gracias al Kubrick por hacer hueco una vez más arte y la cultura. Y a Txitxo por ser la mitad de todo esto.
El poema es un fragmento de «Un estribillo de Leiva» del libro «Roma es inevitable» (Akiles Ediciones, 2024).