Si me preguntan por ti, todo me lo callo.
Que tengo un ciempiés con doscientos calcetines
dejándome tus huellas por la tripa,
que soy un USB sin puerto que ha encontrado mar
en una mirada del color del Gran Cañón del Colorado.
Y sí, sé que nunca he estado en Arizona,
pero el mundo entero parece verse desde mi ventana
desde que me dejas en el portal.
Me hace mucha ilusión que hayáis vestido mis pies. O mi camino, que es casi lo mismo. Creo en el arte con la certeza con la que me mojo si llueve. Eskerrik asko por las mangueras, los océanos, a la poesía. La Libu le ha dado su primer premio a mi trabajo y qué regalo puede haber más bonito que uno hecho con el cuerpo. Manos. Corazón. Millones de gracias.
El texto es un fragmento del poema ganador, «Todo me lo callo», incluido en el libro «Roma es inevitable» (Akiles Editorial, 2024).