A varios portales del mío
hay siempre una farmacia de guardia
con pecas para dormirme las heridas.
Me da conversación cuando no puedo hablar,
me ve guapa hasta sin mirarme
y me pinta los labios del color de sus marianitos.
A varios portales del mío vive una farmacia de guardia
que conocí en una autoescuela hace ya muchos martes.
Cómo no voy a inventar carreteras para verle
y si él quien cura la tristeza de mis arcenes.