Queridas mujeres:
Se dicen muchas cosas de nosotras. Hay quien piensa que debemos ser femeninas, y de hecho, llevar pendientes antes de aprender a gatear. Y también hay quien nos culpa a las que nos ponemos tacones de cargar con el burka de Occidente. Está la gente de “nosotras parimos, nosotras decidimos” y también la que nos ve como incubadoras. Los que consideran los shorts como una provocación y los que están en contra de sexualizar los pezones femeninos. Estamos en boca de muchas lenguas, pero solo nosotras, mis damas, sabemos quienes somos.
Somos las que nos identificamos con Bridget Jones, las que pasamos miedo cortándonos el flequillo y siempre tenemos cola para ir al baño en un bar. Somos las de “no es lo que has dicho sino cómo lo has dicho”, las que borrachas mandamos audios y de resaca odiamos al que inventó WhatsApp. Somos las de “ni una menos”, las que juntas enfrentamos a cualquier manada, y las que superamos trastornos de alimentación. Somos las abuelas que durante años no pudieron votar, las madres que tuvieron que reivindicarse para ir a la universidad, y las hijas que todavía gritan “no es no”. Somos las que se montan unas películas en la cabeza que ni Tarantino, las que no conseguimos pintarnos la raya del ojo igual en el derecho que en el izquierdo, y las que siguen trabajando, aunque les duela el cuerpo hasta sangrar cada mes. Somos las del instinto básico, la lencería de encaje y el “lávate los dientes antes de dormir”. Somos el sexo que nunca se dejó llamar débil.
Mi vida, chicas, está llena de hombres geniales y soy reconocida y respetada en mi gremio. Pero también he conocido lo que es estar con alguien que te minimiza como a una pantalla de Windows, que te deja abajo e invisible. Son muchas las amigas a las que he visto llorar por el mismo virus y ninguna nos lo merecíamos. Este es mi beso de bolígrafo para nosotras, frágiles e irrompibles. Porque, eso sí, nos lo merecemos. Un beso, por ser lo que somos.
Con cariño,
Una compañera
Dedicado a mis crazys, amis compañeras de trabajo que me dejan notitas, a mi madre. Y en especial a ti, Cris, mi revolucionaria favorita.
Maravillosa como siempre!!